viernes, 5 de julio de 2024

Un método más útil

 


Este blog me ha servido para recordar aquellas elucubraciones que, en algún impulso, logré atrapar en el aire dibujándolas en grafías; elucubraciones que, no solo por la distancia temporal, ya parecen ajenas. También este archivo íntimo, a veces sepulcro florido, a veces mesita de noche, a veces paleta de mango, me permite recordar técnicas no de escritura sino del hábito de ponerme a escribir; hoy, el texto a publicar, trata de esta serie de asuntos. 
Gracias a Italo Calvino, al prólogo de sus Ciudades Invisibles, he logrado definir una estrategia. Consiste en lo siguiente: desarrollar las ideas de manera impresa o física, agrupándolas en folders o carpetas, es mucho más práctico, útil y sano que hacerlo siguiendo mi usual método de agrupar y fermentar ideas en carpetas de Drive o en borradores de mi email. ¿Por qué? Porque si bien el espacio digital es limitado (y cada vez más), su capacidad de almacenamiento es tan extensa que no logra darle unos límites cabales, lúcidos al proceso de construcción de la obra. Uno puede seguir y seguir, llenar y llenar... suspensivamente... En cambio, el hecho de que en una carpeta física se agote pronto el espacio (que contendrá ideas escritas, recortes de periódicos, pulseras, publicidades, volantes, dibujos, cartas de amor y de rencor, etc.), nos indicará, tal y como lo sugiere Italo Calvino, que ya va siendo hora de atender esa idea, de completar el proceso, de desarrollarla. Y no es que él lo aconseje; simplemente describe su método.

Así de simple.

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