Colombia es un país vasto. Tantos ecosistemas. Tantas formas
de vida. A veces la cultura se queda corta. No corresponde a esa vastedad. Vemos
a Colombia como un país tropical pero por tropical entendemos solamente Caribe
y por Caribe sólo queremos entender calor, agua, playa, océanos, calentura, virilidad,
ánimo sanguíneo, apasionamiento, tambores, movimiento de hombros y un danzar
sin despegar los pies del suelo. Mucho sabor del concepto “tropical” ha quedado
fuera, ha sido sometido a su vez por un pobre entendimiento del concepto “sabor”.
Por eso tantos músicos manifiestan sentirse muy honestos al entonar un reggae cumbiero que no deja de sonarme rancio,
o un electro pop con ganas desesperadas de sonar a son cubano, o un rock fusión
con salsa, etcétera, etcétera (desafortunado etcétera en esta ocasión). Pienso
que si bien nos aceptamos como país tropical y caribeño debiéramos entender que
no todo es calor y eso que arriba no sin desagrado recién mencioné; también hay
ecosistemas como el bosque de niebla. También hay páramos. También hay una
frialdad densa, espesa, dolorosa, armoniosa, alegre, tenue, que nos es nuestra.
Una frialdad tropical auténtica y hermosa que mereciera ser reconocida (no sólo
protegiendo a los páramos de la minería, por ejemplo) siendo alabada dándole
nosotros su representación sonora.
amen
ResponderEliminarParce, sí, somos víctimas del latinloverismo, obligados a ser guapachosos y pendencieros.
ResponderEliminar