domingo, 28 de abril de 2013

¿Lo notaste?



Ese día nos olvidamos de los colores; fue una tarde intensa de furores, agitaciones y amarguras. Demasiado bombástico para ser demasiado real. ¿Tú lo notaste? En 1990, en el tope de las Torres Gemelas, Depeche Mode interpretó Enjoy the Silence; en el 2001 surgió de manera explosiva, en contados minutos, la Zona Cero de New York; y en el 2011, The Sound of Silence, cantada con emoción por su autor, Paul Simon, resonó en el monumento fúnebre en honor a las víctimas mortales de aquel mal episodio que por televisión viví y no del todo comprendí.
Luego, en el 2013, ¿notaste la presencia de ese eco en el mundo del silencio cuando la prensa notificó que habían encontrado el tren de aterrizaje de uno de los aviones impactados contra las edificaciones?  Nuevamente, orondas y agresivas, words like violence break the silence, trivializándome y confundiéndome  porque llegué a creer en las teorías expuestas en los filmes representantes de la ansiosa y esperanzada búsqueda de la verdad, como Zeitgest y Fahrenheit 9/11. ¿No estaba todo claro? ¿No habíamos acordado estrechar nuestras manos debajo de la mesa y aceptar el engaño como la única posible verdad en todo esto? ¿Vuelve esta carta a estar en la baraja?
La historia como cortina y la desconfianza como la neblina que nos impide reconocer con nitidez los hechos; la decepción y el dolor que recordando se vivifican. ¿Estaba allá o acá? ¿Sentí lo de allá y lo de acá? ¿O acaso los medios me permitieron un estado de ilusoria bilocación? Transferencias pequeño Juan; industrialización, Globalización, hiperrealidad y Geopolítica.
Pero entonces…
¿Qué se sigue? ¿Más conmoción? ¿Más ruido? Los signos son evidentes pero la incapacidad de efectuar lo imaginado ya es general: Cual comunes occidentales, estamos en contra de toda aquella idea que se impone por sobre las ideas que nosotros queremos imponer.  ¿Lo notaste? No dije nada que alguien desconozca. He de respirar puesto que sólo así se ordenan los símbolos de la Creación, sin la necesidad de incurrir en esta clase de rebuscadas coincidencias. 

domingo, 21 de abril de 2013

Lo que se piensa estando bajo el agua


La mayor monotonía que he experimentado fue la de pensar constante y permanentemente en circunstancias eróticas y oportunidades pornográficas. Turbé el espíritu con ideales hasta cuando entendí, un día de manera repentina, que más-no se podría-turbar, que era un efecto de la dominación y que la obra artística que uno ambiciona resulta estar contaminada hasta degradarse y convertirse en meras obviedades con las que uno quiere únicamente agradar y combinarse. Luego, al menos intentar pensar en esa obra la mitad de tiempo que invertí maquinando fantasías protagonizadas por aquellas quienes se incrustaron de manera inocente en mi mente pervertida, preví que el arte, a corto plazo, sería un motivo imposible, otro ideal que me apabullaría, un sueño imperceptible que no dejaría de contradecirme y que no me permitiría definir en ningún sentido y en ningún momento, pero que al menos me haría sentir como si me estuviera creando un alma;  igual a los lindos romances, distinguidos por siempre ser irreemplazables. 

martes, 2 de abril de 2013

Suspira



Estará bien que presenciemos cómo la bola de cristal se derrite y con ella, todas las creencias que encierra en sus lados infinitos de promesas y sugestiones. En efecto, aspiro y espero que suspires: el presente sólo es aquello que sueñas y recuerdas, como lo sueñas y lo recuerdas.
Toda realidad es aprendida y pronto sabremos que deberemos acostumbrarnos a envejecer, sin creer mucho en lo que aseguren los demás, ni tampoco en los dictámenes de las bolas de cristal, que parecen estar vivas, pero no más que tú. En efecto, concéntrate y suspira.