Un blog, tan público como secreto, en el cual no concentro
mis ambiciones ni mis ambages. Un blog en el que dejo lo que se me va
ocurriendo, una o varias veces al mes, desde aquel soleado y feliz junio de
2010. Un blog en el que escribo acerca de temas tal vez menos anónimos que yo,
sin la necesidad de llamar escrúpulos a la prudencia, o desahogo a mis
afirmaciones. Un blog que me ha enseñado más de lo que yo lo he escrito, y que
podría evidenciar mis contradicciones sin delatarme: mi principal verdad ha
sido y es el lenguaje, y algunas mentiras me resultan convincentes por lo bien
que suenan mas no porque las crea ciertas. Un blog que estará por encima y por
debajo de todos los libros que sigo intentando escribir y publicar. ¿Con qué
descaro saludaría yo si algún día alguien llega y me dice: “me lo leí enterito”?
… pues nada: sería repetirme y que se aguante.