Prescindir de algo no es lo mismo
que desconocerlo o que fingir desconocerlo. Prescindir del uso constante y
cotidiano de internet a manera de estrategia para sentirse mejor, no es lo
mismo que idealizar un pasado en el cual desconocíamos (y tal vez ni
imaginábamos) los alcances, la extensión que alcanzaría a tener la red.
Prescindir porque se ha experimentado o se ha sido testigo de las consecuencias de su uso, y sobre todo, prescindir del hábito de ridiculizar porque es degradar la capacidad intelectual humana.