jueves, 29 de septiembre de 2016

El que a buena idea se arrima, buena sombra lo cobija


Situación:
Querer situaciones nuevas sin querer actuar de una nueva manera.

Advertencia 1: Falta mucho por conocer tanto a un kilómetro como a un centímetro de distancia. Y también adentro tuyo y mío. 
Advertencia 2:   Cambiar las distintas formas del  -nueva- por lo que se antoje. Ejemplo: Querer situaciones sanas sin querer actuar de una sana manera.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

El Diván de la Tristeza.


Esta expresión de Antonio Marina me dio luz. ¿Algo más cómodo que el Diván de la Tristeza? Esas frases quedan flotando en la mente y luego, algo inesperado, una lectura, un fotograma, una conversación con un taxista, un beso al mediodía, una salsa de Subway, una basura en la playa, hace que reaccione con otro pensamiento. Esta vez ha sido con una frase de una carta de Oscar Wilde: “La repetición es anti espiritual”. No sé qué tan cierta sea esta afirmación. Como cantante, guitarrista y bajista, debo a la repetición mi confianza en escena. Diré que me refiero a la disciplina necesaria para lograr interpretar a un nivel más o menos aceptable cualquier instrumento musical. Supongo que es a eso a lo que se refería Sergio, familiar y amigo, cuando se refería a la memoria musical. Igual han de funcionar la “desmemoria” y la pereza. ¿Qué tanta relación exista entre ésta y aquella? No sé. Pero por experiencia sé que existe entre la tristeza y la pereza una pasmosa y aguda conexión. Incluso me atrevo a decir que la pereza está más comprometida con la tristeza que con el placer. Sí. Las comodidades. Este tema una vez más.
Recuerdo que hace dos mil años, o tal vez menos, un amigo de colegio me preguntó si yo tenía el S&M, el disco sinfónico de Metallica. Yo le dije que sí, que lo tenía en casete. Él rió. “Vos no tenés entonces el CD. Yo sí tengo el CD”. No entendía la diferencia. Para mí el gusto estaba en esa música que reproduje hasta cuando dañé la cinta. “Tenerlo en casete es no tener nada. Te toca adelantar y retroceder para buscar una canción. En cambio en CD es ahí mismo”. Es imposible que estas hayan sido sus palabras exactas: son las que le he dado al fantasma que representa para mí su creencia. Su visión me dota de identidad: sigo siendo ese niño orgulloso de sus casetes. Valoraba la esencia más allá de las comodidades y sólo cuando empecé a caer en las comodidades, fue que empecé a desteñirme en tristezas. Claro, las comodidades debieran estar para ligarnos a lo esencial pero las hemos convertido en la esencia de nuestro progreso y nuestro avance. Al discutir y al soñar, me dejo caer sobre deseos que sobrepasan mi voluntad o sobre divanes de aparente y triste conformismo.  ¿Qué estoy dispuesto a hacer? ¿Qué mito vivo? Las creencias nos esculpen. Debo darme brisa.