martes, 27 de octubre de 2020
Brevísima - y tal vez incompleta - reflexión acerca del orden
Zambullirse
Recuerdo que cuando me gradué de la Universidad me dispuse a
escribir cuentos, poesías y canciones. En vez de nadar en mi corazón, de
zambullirme allí, me dediqué a buscar convocatorias, premios y concursos en la
Web. Acumulé decenas de enlaces, deseché algunos, y convertí esta práctica en
rutina. Un día encontré “el concurso perfecto”, pero al buscar entre mis
archivos, entre las hojas sueltas de mi diario, no encontré “el cuento perfecto”,
ni siquiera un cuento completo. Todo lo que consideraba ideas desarrolladas no
eran más que frases desunidas entre sí, escritas, probablemente, durante alguna
borrachera. Es evidente lo que pretendía, y no es que esté mal o bien; es solo que no es posible engañar a los lectores, ni siquiera a los escritores que deben rebuscarse siendo jurados de concursos: "lo que sale del alma, llega al alma".