¿Cuánto del hombre contiene una sola tuerca?
¿Cuánto conocimiento contiene un teléfono?
¿Cuánto conocimiento contiene, de modo implícito y explícito, una barra
de mantequilla? ¡Cuántas generaciones, cuántos esfuerzos anónimos, cuántos
errores mortales, cuánta dominación humana sobre las especies y los elementos! Con
cuanta facilidad sabemos que hoy no nos golpeará un cometa, con cuanta
tranquilidad podemos cumplir con nuestros planes. Apenas empiezo a ser consciente de todo en lo que estoy
inmerso. Nada me rodea. Todos somos parte de lo mismo. Estamos ligados por consecuencias cuánticas... y esto incluye a los pensamientos, todo aquello que creemos que no alcanza a ser.
Seguimos tratando de encauzar la incertidumbre, todas las variantes
que se nos escapan, mediante leyes, normas y dictámenes. Pero, por naturaleza, sabemos que sólo nos
queda confiar en la voluntad humana y está claro que antes que alguien actúe
por voluntad, lo hace es por necesidad.
...¿Cuántas encarnadas necesidades anteceden nuestra comodidad y fundamentan nuestra civilización?...