jueves, 28 de agosto de 2014

Nuestros días


¿Cuánto del hombre contiene una sola tuerca?
¿Cuánto conocimiento contiene un teléfono?
¿Cuánto conocimiento contiene, de modo implícito y explícito, una barra de mantequilla? ¡Cuántas generaciones, cuántos esfuerzos anónimos, cuántos errores mortales, cuánta dominación humana sobre las especies y los elementos! Con cuanta facilidad sabemos que hoy no nos golpeará un cometa, con cuanta tranquilidad podemos cumplir con nuestros planes. Apenas empiezo a ser consciente de todo en lo que estoy inmerso. Nada me rodea. Todos somos parte de lo mismo. Estamos ligados por consecuencias cuánticas... y esto incluye a los pensamientos, todo aquello que creemos que no alcanza a ser.  
Seguimos tratando de encauzar la incertidumbre, todas las variantes que se nos escapan, mediante leyes, normas y dictámenes. Pero, por naturaleza, sabemos que sólo nos queda confiar en la voluntad humana y está claro que antes que alguien actúe por voluntad, lo hace es por necesidad.
...¿Cuántas encarnadas necesidades anteceden nuestra comodidad y fundamentan nuestra civilización?...

domingo, 24 de agosto de 2014

A mi hijo


Me encuentro a mí misma, de nuevo, esperándote. Desde el balcón de otra edad, desde otra vida. Sé lo que aún no quieres saber. Sé que te estás esforzando por creer que estás pasando bueno. Sé por qué mañana, luego de tanta noche, querrás salir corriendo, pero quejarse trae consecuencias. ¿Vivirás de arrepentimiento en arrepentimiento? Tú decides. Mas no te mientas. Vuelve a leer: no te mientas. Miénteme pero no te mientas porque de ti depende que te guste existir. Yo sólo puedo esperarte y esperar que la botella no te dure toda la vida. 

sábado, 9 de agosto de 2014

La intensa búsqueda de aquello que no se quiere encontrar


No perder oportunidad alguna para dejar de creer y a la vez caer en la tentación de creer que se tiene tiempo... y así envejecer poniéndose a sí mismo en fila de espera. Hábitos semanales, incapacidad para ver "más allá", refugiarse en la importancia de vivir el presente. Pero, ¿qué es el presente? Fétidos guayabos, árboles partidos por un rayo, ecos de fiestas, sueños melancólicos, cervezas trapenses en promoción y una mascota que al otro día te mira. El presente es necesidad de orden, uno brindado por la claridad de la que me alejan palabras como amor, error, libertad, dignidad y felicidad...
... pequeñas siestas en un taxi. Las luces de la falta de memoria que es la misma falta de control... "soy algo más que un ebrio" quisiera creer pero... como dije, hoy no sé por qué no pierdo ninguna oportunidad para dejar de creer. Lo único de lo que no dudo es del placer efímero, que por efímero me pesa más.