miércoles, 2 de septiembre de 2015

Producción y género: sobre Insomnio en Aves


Solemos componer mi hermano y yo. Cuando lo hacemos tenemos en cuenta cuatro elementos: melodía, armonía, ritmo y estructura. No pensamos mucho en el elemento tímbrico pues solemos dar por sentado (quizá sea un error) que iremos con guitarras acústicas. Entendemos que falta cierta producción. Sobre todo, cierta experimentación con sonidos y frecuencias. Pero algunos músicos menosprecian todo nuestro trabajo diciéndonos que nos falta pensar en la producción, como si en la composición concebida a partir de esos cuatro elementos no existiera índice de producción alguna. Al final no sugieren nada. Sólo abandonan a nuestro conocimiento alguna banda que consideran parecida. Otras personas nos preguntan por nuestro género. No tenemos una idea precisa pero nos gusta provocar diciendo que somos punk. Es tierno ver las reacciones. Notar cómo hay quienes a partir del timbre quieren clasificar, definir, entender. Al final del día vuelvo a la guitarra de cuerdas de nylon. Abro el cuaderno, escribo esto en el espacio en que se suponía iba a escribir alguna canción, pienso en el niño sirio cuya vida se diluyó en las olas del mar turco y decido que esta noche le tocaré algo a las ánimas, sólo a ellas, valiéndome de la complicidad física existente entre un vacío delineado por un cuerpo de madera y seis cuerdas.