Pienso...
La fiesta se perturba si ponemos en ella un interés más allá
de ella misma. Igual pasa con la música, con la lectura, con la creación… con
la vida misma... con este blog. Nada ulterior define las experiencias. Nada debiera hacerlo. Vivirlas,
entregándonos a los múltiples presentes que nos ofrecen, es más beneficioso, más
justo; con ellas, con nosotros.
Estamos acostumbrados a hacer las cosas con algún objetivo (calmarnos,
por ejemplo), pero, en este punto de mi vida, creo que el objetivo es la acción
misma: escribir para ser escuchado no es tan revelador como escribir y
descubrir en el acto, la brecha enorme que existe entre lo que pensamos tranquilamente y lo que somos
capaces de reproducir con palabras, oraciones, párrafos, versos o estrofas. La
fama suele ser la gran promesa, la gran esperanza: pero la admiración
de aquellos tocados por la obra propia es un billete falso si no se ha cultivado en uno el gusto por realizar
aquella labor a la cual se debe la condición de celebridad.