viernes, 31 de enero de 2020

Esclavos multimillonarios


Creo que no existen esclavos sino personas esclavizadas. Epícteto solía decir que ser libre era tener la posibilidad de elegir de qué o quién o quiénes preferíamos ser esclavos. Actualmente, y lo pienso por las Kardashian, concibo la esclavitud como un fenómeno y un hecho real e independiente del nivel de ingresos (y de la posterior capacidad de gasto). A ellas les resulta más costosa la obsolescencia programada: sus celulares, a pesar de ser de alta gama, también se dañan cada dos o tres años. No tienen por opción el silencio y el anonimato. Y en un principio, la presión pudo haber sido externa: ahora se deriva de la pesada y demandante idea que tienen ellas de sí mismas. Algo similar nos pasa a quienes presumimos ser escritores: el don, como un látigo, en palabras de Capote, es únicamente para autoflagelarse.  

lunes, 6 de enero de 2020

La extensión de un breve pensamiento.


La mente es otra voz del cuerpo. Un cuerpo sin mente, es de cierta forma artificial. Una mente sin cuerpo, no existe.